[Libre.] Conociéndose.

Me senté en una de las mesas, contemplando mi vaso de chocolate caliente recién salido de la máquina, ni todo el chocolate del mundo calmaba ya mi hambre, pero algo había que comer y lo demás me sabía casi todo igual...y esto al menos algo de alimento me aportaba.
Apoyé la cabeza en los brazos, rodando los ojos por las distintas mesas, observando a la gente. Ni un conocido por ahí, me aburría, quería hablar, estar callada no era lo mio salvo cuando me deprimía. ¡Y NO QUERÍA DEPRIMIRME! Aunque tenía casi todas las papeletas para hacerlo...
Pasé un dedo por el borde del vaso y me lo llevé a la boca, estaba manchado con algo del chocolate que aún quemaba demasiado.

-Me aburrro~~ ¿cómo puede ser esto tan aburrido?

Caminaba por los largos pasillos en busca de algun sitio donde trincar algo para comer. No sabía muy bien como guiarme por el lugar, porque era nuevo y no tenía ni idea de donde estaban los sitios pero de repente, un olor a croissant caliente con chocolate derretido hizo que mi estomago bailase de alegría. Uuuhhh..... como me suena la tripaa.... dije llegando hacia una puerta.

Al abrirla, se me hizo la boca agua. Un poco a lo lejos, vi la barra de la cafetería donde había cientos de dulces de distintos tipos y sabores. Los ojos se me abrieron como platos y me acerqué casi corriendo. ¡Eh! ¡Ponme uno de esos porfa! ¡Estoy muerto de hambre! Dije con los ojos hechos estrellitas de la emoción. "¿Tienes ticket?" me preguntó.
Por lo visto hacía falta un ticket que valía dinero para poder pedir dulces asi que toda la ilusión se me fue a la mierda y me puse un poco de mal humor. Tssk... menuda mierda... Dije volviendo hacia la puerta para salir de allí. Pero de repente vi a una chica sentada con una taza de chocolate, y en su plato, una rica galleta de pepitas de chocolate.

Esta era mi oportunidad...

Con disimulo, pasé por el lado, y con la esperanza de que no me piyase, cogí la galleta.
Caminé con cara de triunfo, hasta que al sacarla para pegarle un buen bocado, alguien me llamó.

-Ey, chavalín...ya puedes ir devolviendo esa galleta a su plato, tengo más hambre de la que crees...- dije con un tono seco hacia el chico que acababa de robarme lo que venía siendo mi consuelo sexual del día.-Aquí cada uno se paga lo suyo así que devuélveme eso...

Que me robasen no me hacía demasiada gracia, estaba aburrida y por lo tanto de mal humor y ese chico me enfurecía más, ¿dónde estaba la moral hoy en día? ¡Qué yo soy un demonio y tengo más educación que estos papanatas!
Me giré en la silla mirando al ladrón de arriba a abajo, solo era un crío más, pero yo quería mi galleta...

Me di la vuelta y la miré con cara de "ay va, me han tricao" pero me quedé donde estaba. Sabía que tenía razón ella pero... bah, yo tengo mi orgullo vale? Jum...

Hey tranqui, solo te he birlado una galleta, que tienes más... no se va a acabar el mundo... Comenté algo chulesco. (Al fin y al cabo, sigo siendo un crio infantil, aunque me pese -.-" ) Y seguro que yo tengo más hambre que tú... no he comido nada desde el desayuno asi que....

Levanté el brazo y le dí un bocado a la galleta. Mastiqué, me acerqué y le devolví lo que quedaba de ella, llenando un poco de migas su bandeja. Uummg ebgtá muy bgna... "Uumm... está muy buena" dije con la boca llena. Grafiaf... "Gracias"

Eh... al menos era agradecido...

Mientras masticaba, me quedé mirandola. Parecía que quería decirme algo. Yo mientras ella se decidía a hablar o no, me limpié las migas de la boca con la manga.

-Tsk...-ya no me hacía gracia el listillo este, por ir tan sobrado, esa era mi galleta y la quería entera. Le agarré de la camisa tirando de él.-Óyeme criajo de mierda, tengo hambre créeme que mucha más que tú y esa era mi comida así que ya puedes comprarme otra galleta sino igual, aún más grande, no juegues con el mal humor de un demonio un día de clase por la mañana...-mi voz sonaba amenazante, no solía ir así, pero la verdad, me había levantado de muy mal humor y mi mal humor se solucionaba comiendo, y yo a mi desgracia, no comía lo suficiente. Por lo que ese niñato me sacaba realmente de mis casillas.
Aparte...¿a dónde iba con esas pintas?¡ si yo me jodo llevando este traje de monja ese niñato también!

La chica me cogió por la chaqueta y me acercó a ella para amenazarme. Tras escucharla, me solté yo con brusquedad y le reproché molesto.

Eh eh, baja esos humos... tampoco es para tanto. Levanté una ceja sin darle importancia ni a lo que yo había hecho, ni a su amenaza. Tssk... no tengo ni un duro, estoy pelao. Le saqué los dos bolsillos y demostré lo que acababa de decir. Por eso te he birlado una galleta. Pero vamos, que solo le he pegado un bocado ¬¬ que si quieres te vomito lo que le falta a tu maravillosa galletita. Puse mis manos en la nuca, y miré hacia arriba. Y si quieres otra, lo único que puedo hacer es chorizarsela a alguien.

Pausé un momento y la miré. Entonces me senté enfrente suya (mi bufanda roja era tan larga que arrastraba en el suelo al menos un metro) y la mire. Ah, por cierto, Me llamo Jio

Le miré alzando una ceja, no sé si estoy sorprendida o asqueada con este chaval....
-Eres repulsivo...y si estás sin un duro te aguantas como todos en este colegio, a cada uno nos falta algo y a mi es comida, así que "choricea" a otro idiota y a mi déjame en paz...-estaba de muy mal humor y mi, normalmente, capa de amabilidad con los desconocidos, mis juegos de seducción y mi palabrería agradable se había quedado toda en la habitación, por lo cual todo lo que dije sonó bastante brusco, aunque me importaba un comino.

-Tampoco es como si me importase el nombre de un mocoso como tú, si al menos fueses un poco más hombre...

Alcé las cejas y crucé los brazos. Vaya.... todos los del sitio este sois tan bordes? no sabeis aguantar una broma Levanté mis hombros. Anda, ya te conseguiré una galleta por ahi, que para eso te la he quitado, pero quita esa cara de pocos amigos, que no mola. Incliné la cabeza. Te saldrán arrugas mujer. Sonreí mirando a la mesa de al lado. Había un niño pijo rubito de ojos verdes que tenía el traje del colegio impecable, se veía que tenía mucha pasta, asi que decidí que fuese mi objetivo.

Jejeje... Me reí por lo bajo, yo solo mirando a su bandeja. Me levanté y fui a la mesa. Eh colega, que tal?

Me enrrollé a hablar con él y contarle mentiras y mentiras de forma que el chaval se creyó que estaban haciendo una especie de concurso donde se decidía quien era el chico mas guapo de todo el lugar, y conseguí hacer que se las pirase corriendo. Era tan inocente, y mira que era mayor que yo... jeje, al final se fue como alma que lleva el diablo, y dejó toda su bandeja. Oh, vaya, ¿No tienes más hambre? Pues genial... Dije yo solo sentado en la mesa. Cogí la bandeja, y se la puse delante a la chica de antes. Mira buffet libre ¿Guay eh?