Perdiendo el cuerpo (?) [Libre]

La elemental flotaba por los últimos metros del pasillo, antes de acabar en el jardín, ella degustaba todo lo que podía de su control de aire, por ello, era difícil verla caminado como el resto de personas, que allí viven. Prefiere estar en el cielo, donde los problemas no parecen tan graves y todo es mucho mas libre y espontáneo. Llevó la mano a su cinturón, donde colgaban sus abanicos...o por lo menos, antes había dos, miró asustada a todos lados ¿Dónde estaba aquel objecto tan preciado? Cuando el verde inundó sus ojos, su cuerpo ya se había disipado en aire, aquel viento, que era ella, hizo que las hojas se movieran furiosas, y un "gruñido" se escuchara. Formo un tornado, muy pequeño, pues no superaba el metro y medio de altura y se movió por allí, buscando el abanico que el faltaba. ¿Cómo podía haberse despistado tanto, cómo para perder aquel abanico? Azotó el árbol, del cual cayeron varias hojas, y se unieron al tornado.

Se dio cuenta que alguien estaba allí, por lo que el mini-tornado se movió por lo jardines, buscando a la persona o animal, con la esperanza que le ayudara a encontrar, el abanico que le faltaba, aunque no podría verla, obviamente, era solo una corriente de aire, las hojas que flotaban a su alrededor, podía posicionarla. Alexia se sorprendió, al ver que un chico se estaba abanicando con SU abanico, pero mas estaba aliviada, porque alguien lo había encontrada. El tornado se lanzó contra el joven de rubios cabellos, al entrar en contacto con el abanico, Alexia tomó forma, no se había dado cuenta, que estaba encima del chico.

- Gracias por encontrarlo - sonrío feliz

Tomó el abanico entre sus manos y le sonrío agradecida al chico rubio, después lo guardo, bajo la bata-kimono, y lo colocó en el cinturón. Por la posición, su cabello plateado-blanco, caía sobre sus hombros, como una cascada de hilos. Flotó y se levantó, ayudándole a él en el proceso, era poco, comparado con lo que había echo él, pues, le costaría hallar aquel objecto, tan preciado y necesitado para ella.

- Muchas gracias, me llamo Alexia - seguía sonriente, ahora que había dejado de ser hetera y ya podían verla, ademas el cabreo se había esfumado - ¿Y tú? ¿Eres nuevo?